
Resum:
La inteligencia emocional (IE) es una competencia del ser humano. Así mismo, elementos psicológicos como la autoestima, la autoconfianza, las relaciones con los iguales y las relaciones con los padres -en el caso de los adolescentes- constituyen herramientas que guían sobre la salud mental y la adaptación social de la persona. El estudio que se presenta demuestra la asociación existente entre la IE (atención emocional -AE, claridad emocional -CE- y reparación emocional -RE-) y las variables de ajuste psicológico, así como diferencias en función de la ciudad de residencia. De esta forma, el objetivo principal es analizar la existencia de asociación entre los niveles de inteligencia emocional y el ajuste psicológico personal -medido a través de la autoestima, autoconfianza, las relaciones interpersonales con los iguales y las relaciones con los padres- que poseen adolescentes de Mexicali (Baja California, México) y Barcelona (Cataluña, España) mediante el cumplimiento de la Escala de Rasgo de Metaconocimiento sobre estados emocionales (TMMS-24) y el BASC (Sistema de Evaluación de la conducta de niños y adolescentes), respectivamente. La muestra se compone de 429 adolescentes de Barcelona y de Mexicali con una media de edad de 13.98 años y desviación típica de 1.315 años. El 46.6% (n=200) son discentes de Barcelona y el 53.4% (n=229) de Mexicali. En referencia al género, el 50.3% (n= 216) son mujeres y el 49.7% (n= 213) varones. Los resultados obtenidos indican que existen diferencias en las 3 dimensiones de la IE (atención, claridad y reparación emocional) según la cultura (para atención emocional U de Mann-Whitney es de 665.7 con p= .004; para la claridad emocional es de 612.8 y p= .005 y para reparación emocional es de 823.12 con p=.002). Podemos concluir que el hecho de pertenecer a una determinada cultura, en nuestro caso Mexicali y Barcelona, influye sobre la percepción que la persona tenga de sus habilidades de atender, comprender y regular sus estados emocionales. Así mismo, la inteligencia emocional se asocia con la autoestima, la confianza en uno mismo y la calidad de las relaciones interpersonales tanto con iguales o con los padres.